Sobre Nosotros

Apoyo emocional y compañía para personas mayores

En Compañía nace del anhelo de ofrecer un espacio donde la palabra y la escucha presencial sirvan de apoyo y acompañamiento para el bienestar general de una persona. Sabemos que muchas personas mayores no necesitan asistencia médica, sino alguien con quien conversar, sentirse aceptadas, recordadas y valoradas.

Acompañamiento cálido y conversación para personas mayores

Conoce a los dedicados profesionales que brindan apoyo y compañía en nuestro equipo.

Creemos en la compañía como forma de cuidado y en la amistad como motor del bienestar emocional e intelectual.

Trabajamos con personas sensibles, empáticas y respetuosas, con herramientas de escucha activa e inteligencia emocional.

Fundador

Mi nombre es Pablo Riquelme Richeda. Fundé este proyecto impulsado por la certeza de que la soledad y el aislamiento pueden afectar enormemente la calidad de vida de una persona y también la de su familia. Quise crear un espacio de intimidad y respeto donde la conversación, la calidez del trato y la curiosidad por el otro sean los pilares de un acompañamiento provechoso y significativo.

He tenido una formación bien diversificada. Soy licenciado y magíster en Historia. Mi curiosidad me ha llevado a conocer diferentes partes del mundo y a desempeñar variados oficios. Me he ganado la vida principalmente como periodista en medios escritos y como guionista de documentales y teleseries. Me gustan los pájaros del Valle Central, los árboles del bosque esclerófilo chileno y la complejidad del corazón humano. Mi pasión es la lectura. Actualmente estoy cursando el último año de la carrera de Psicología.

A lo largo de mi vida, como hijo, padre, hermano, esposo y amigo, he llegado a la convicción de que la conversación es la herramienta más poderosa que hemos creado los seres humanos. Nos permite entendernos, intercambiar ideas, emociones y experiencias únicas e irrepetibles. Conversar hace posible que discrepemos y también que lleguemos a acuerdos. Que nos expresemos y nos escuchen. Y si alguien nos escucha, significa que no estamos solos.

No creo que la longevidad deba ser sinónimo de declive. Mi propia historia me ha enseñado que llegar a la vejez puede ser un privilegio; un privilegio que, de hecho, muchos no alcanzan a tener. Y puede ser una oportunidad para reflexionar, para ponderar, y también para sorprenderse y disfrutar.

No creo en el paternalismo y tengo cierta aversión a infantilizar artificialmente la relación con las personas de edad. Al revés, considero fundamental que las personas protejan sus espacios de autonomía y afinidad con los demás.

Sé que cuidar a alguien es una ardua y compleja tarea. Puede ser una experiencia hermosa  y al mismo tiempo dolorosa y agitadora. Creo que las hijas y los hijos que acompañan a sus mayores en este proceso necesitan apoyo.

Para eso está En Compañía.